- Participaron de operativos en 28 barriadas y asentamientos, realizando conexiones domiciliarias.
En el Día Mundial del Agua, y en el marco del Mes de la Mujer, el intendente Daniel Passerini reconoció la labor de servidoras urbanas que ya participaron de los operativos de conexión de agua potable en 28 barriadas y asentamientos de la ciudad.
Passerini honró la tarea de las trabajadoras que pertenecen a la Secretaría de Políticas Sociales y Desarrollo Humano, quienes durante los últimos años se capacitaron en Auxiliares de Termofusión y formaron parte del último eslabón en la ejecución de obras destinadas a llevar agua potable en lugares que nunca accedieron al vital servicio.
«En Córdoba, más de 100 mil personas no tenían acceso al agua cuando, con Martín Llaryora, llegamos a la Municipalidad. Nosotros creemos que la política tiene que servir para generar oportunidades, acompañar a los que están sufriendo, para que el Estado esté presente y que la comunidad se organice», destacó el intendente.
«Este reconocimiento es para mujeres que aceptaron el desafío, que se animaron a aprender y a emprender. Esa audacia permitió poner en marcha una obra que benefició a 3.000 familias y garantizó sus derechos», cerró Passerini.
La presencia de las servidoras urbanas es fundamental: tienen a su cargo la conexión de la red que pasa frente los hogares hacia las canillas de cada domicilio, a quienes no poseen infraestructura preexistente, ni la capacidad económica de ejecutarlos por mano propia.
Esta labor, que más que una obra es un acción social, transforma la realidad y dignifica a vecinos y vecinas históricamente postergados, igualando en derecho y oportunidades.
Por su parte, el secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano, Raúl La Cava, expresó: «Ustedes lograron en esta ciudad que 3.000 familias puedan tener algo que para nosotros resulta muy simple. Les cambiaron la vida. Vamos a seguir garantizando que el derecho que tienen todos los vecinos, esté realmente al alcance de todos».
A cada una de las 17 servidoras urbanas se les entregó una planta, en representación a una simple premisa: el agua es vida.